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    El desafío de encontrar el equilibrio entre vida y trabajo

    Terminó el día. Esperas con ansias el viernes y estás mal el domingo por la tarde. Hay momentos en que sientes que el trabajo ocupa todo en tu vida y que no te queda tiempo, siquiera, para tomar un respiro. Detrás de esas emociones asoma la misma cuestión: la falta de equilibrio entre vida y trabajo.

    Hablar de “vida laboral” y “vida personal” u oponer vida y trabajo es establecer una falsa dicotomía o, al menos, una simplificación engañosa. Porque detrás hay una misma persona tratando de integrar ambas dimensiones en la búsqueda de su bienestar.

    Ya los Griegos con su nada en demasía y, más tarde, los Romanos con su dorado punto medio, reflexionaron  sobre este tema y plantearon la necesidad de buscar el justo equilibrio entre ocio y trabajo.

    Viejo problema del hombre que continúa tantos siglos después: encontrar la medida entre vida personal y laboral.

    Se trata de un tema tan importante que la OCDE (Organización para la cooperación y desarrollo económico) lo incorporó como uno de los 11 factores con los que mide el Better Life Index o Índice de calidad de vida, junto con vivienda, ingresos, empleo, seguridad o educación, entre otros. Este indicador mide la cantidad de horas al día dedicadas al cuidado personal (alimentación, descanso) y al ocio (vida social y familiar, entretenimiento) como signo de bienestar, en función de los objetivos profesionales

    Trabajos flexibles

    Es evidente el efecto que la distribución y el manejo del tiempo tienen en la calidad de vida de cada uno de nosotros.

    Si estás en relación de dependencia, el equilibrio vida trabajo depende, en buena medida, de las reglas de la empresa. Es muy frecuente oír las ventajas de implementar una política de flexibilidad: cómo impacta positivamente en la salud y en el rendimiento de los empleados, cómo reduce el ausentismo y aumenta el rendimiento y la creatividad del capital humano. Beneficios que, en definitiva, vuelven a las organizaciones.

    Sin embargo, si bien cada vez se habla más de la integración vida trabajo, la realidad es que, en la práctica, los avances no son tantos. Con suerte encuentras empresas que permiten trabajar algún día de la semana desde casa o, en algunos casos, admiten alguna variante de horario flexible. Pero no es una práctica tan extendida en la cultura empresarial.

    Aunque por su naturaleza no es aplicable a todos los puestos laborales, en muchos casos sí es posible trabajar con flexibilidad de tiempo y de espacio.

    El equilibrio puede lograrse si se trabaja con autonomía y por objetivos. Por ello, o bien te enfocas en negociar con tu empleador un acuerdo que les convenga a ambos. O, si  no es posible acordar o cambiar las condiciones externas, tendrás que evaluar cómo encarar un cambio. 

    Equilibrio entre vida y trabajo

    Muchas veces el único modo de conciliar los distintos aspectos de la vida es desarrollar un proyecto personal de manera independiente. Pero, a poco de empezar, es posible que te sientas más atrapado que antes.

    Porque el equilibrio vida trabajo es un ideal: una búsqueda y una actitud.

    Cada uno tendrá su propio concepto de equilibrio personal: ese pacto interno que te haga  sentir en el lugar correcto, en todas las áreas de tu vida.  Por eso se trata de una búsqueda, no de un punto de llegada. Pero tus decisiones deben orientarse hacia ese ideal.

    También es una actitud. No es algo que sucederá. Tienes que hacer que suceda. De esta manera podrás avanzar en el camino del bienestar.

    Estas pautas pueden ayudarte:

    Internaliza la flexibilidad: piensa si puedes modificar tus días y horarios de trabajo de modo de adecuarlos a tus necesidades. Agrupa horas, reordena la semana, introduce pequeñas modificaciones: avanza pasos hacia un gran cambio.

    • Prioriza lo que no quieres perderte: al diseñar tu semana elige aquellas cosas que consideras importantes y reserva esos horarios para tí. Puede ser llevar a tu hijo a la plaza o compartir la merienda con tu hija. O tu tiempo de meditación. O dos horas de cine. Acomoda tus obligaciones de modo tal que cada día sea un poco más equilibrado.
    • Procura armar tus horarios tratando de evitar las horas de mayor tráfico. También puedes organizar tu semana de manera de optimizar el tiempo de viaje: un día puedes estar más horas en el lugar; otro día, conectarte a distancia.
    • Convierte a la tecnología en tu aliada: la conexión 24/7 desmaterializó el espacio laboral e invadió la vida privada. Utiliza  la  ventaja de estar presente a distancia y  gana, en cambio, una gran cuota de libertad y de manejo de tu tiempo. Apóyate en reuniones en conferencia, en la inmediatez del Skype y en las ventajas de la nube.
    • Controla el uso del celular: no permitas que las interrupciones te vuelvan menos eficiente. Sácale el mayor rendimiento a cada hora dedicada al trabajo.
    • Apóyate en la tecnología y gana horas para tí: cada tanto, es importante relevar qué procedimientos realizamos de forma manual o semimanual. Hoy existen muchas formas de automatizar tareas que redundan en un mejor aprovechamiento del tiempo y en un recupero de horas. Por ejemplo, facturar en forma manual a través de la página de AFIP lleva 4 minutos. Si lo haces a través de Colppy solo 30 segundos. Parece poca diferencia. Pero si tomas en cuenta que, en promedio, una empresa realiza 130 facturas por mes,  con ese único cambio, puedes recuperar más de 6 horas mensuales para sumar a tu vida personal.
    • Aprende a delegar y a formar equipos de colaboradores: no tienes que ocuparte de todo. Descubre lo que haces mejor, cuál es tu fortaleza (vender, diseñar, organizar) y contrata aquello que no quieres para ti o que no sabes hacer (trámites, administración). De esta manera dispondrás de mayor energía y aprovecharás mejor el tiempo. Tener pendiente lo que no te gusta solo hará que lleves ese peso a todas partes y ocupe un espacio enorme en tu cabeza.
    • Busca opciones que agilicen tu trabajo y que te permitan estar presente, sin desplazarte ni postergar tus tiempos propios. Organizarse de manera inteligente implica tomar decisiones. Como las que tomó Juliana Marcuzzi, Ceo de Brainsys. Desde que utiliza en su negocio un sistema de gestión online pudo relajarse, ampliar el tiempo con su familia y tomarse vacaciones sin estrés, sin dejar de atender su empresa.
    Para dejar de postergar (o postergarte) tienes que empezar por decidir qué quieres para tu vida y que no. Con todo detalle. Una vez que tengas el objetivo claro podrás empezar a realizar los pequeños cambios necesarios que te permitan avanzar en el camino de una vida equilibrada. Es arduo pero depende de tí.

    En Colppy sabemos cómo ayudarte para implementar los cambios que te permitan gestionar tu empresa y equilibrar tu vida y tu trabajo.

    Artículo escrito por:

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